Hay etapas que marcan el comienzo de algo importante en la vida de uno, y formar parte del MMLAB (Laboratorio Multimedia) de la Universidad de Alicante fue sin lugar a dudas una de ellas. Incluso me atrevería a decir que probalmente la más significativa en este ámbito, pues supusto mi debut profesional en el mundo del diseño y la infografía. Un sueño para cualquiera con aspiraciones como las que me invadían por aquellos entonces.
Jóvenes promesas se daban cita en aquella gran sala, originalmente una biblioteca, que había sido habilitada para que pudiéramos poner en marcha importantes proyectos que suponían un reto para nuestra imaginación y que nos hacían avanzar y crecer profesionalmente cada día, cada minuto...
Rondaba el recién estrenado año 2000, y habiendo sobrevivido a los terribles efectos informáticos que vaticinaban las predicciones más oscuras, me fue encomendado un importante proyecto: la elaboración de un CDROM interactivo para dar a conocer al MMLAB al mundo y mostrar todos los proyectos que se llevaban a cabo. Lo bueno de trabajar al amparo de una Universidad dispuesta a invertir en innovación tecnológica, era que podías hacer casi todo lo que quisieras, no había límite a la imaginación ni se trabajaba bajo el férreo yugo de los plazos de entrega que más adelante descubriría en el mundo empresarial. Así pues, libre para soñar, decidí hacer algo atrevido basándome en la experincia adquirida el año anterior mientras desarrollaba un proyecto familiar, y salté a la arena abordando un proyecto basado en entornos 3D. Una impactante combinación de animación y contenidos que, aunque finalmente no llegó a ver luz por tener que embarcarnos en otros proyectos más ambiciosos que venían marcados por la dirección del laboratorio, debo reconocer que supuso una valiosa oportunidad para poder experimentar con aquellas ideas innovadoras y desarrollar una gran parte de la aplicación, debiendo modelar para la ocasión todos los elementos que componían el escenario principal del CDROM, consistente en una bodega de carga de una nave espacial.
Vista del fondo del hangar, con el rótulo del MMLAB.
Lado derecho del hangar, al fondo, con la puerta de salida para abandonar el CDROM
Entorno principal de navegación. EL CDROM estaba diseñado para ser navegable manipulando un ciclo de
cajas que se hallaban en un hangar, de manera que iban rotando entre
ellas según la elección efectuada, y al seleccionarlas desplegaban paneles del interior para mostrar los contenidos, incluyéndose además controles de navegación.
Paneles desplegados y controles de navegación.
La navegación consistía en imágenes fijas con regiones interactivas, de modo que al pulsar sobre dichas regiones se activaba una animación como las que se pueden apreciar sobre estas líneas.
Pantalla de una aplicación interactiva realizada para un proyecto familiar, y que me sirvió de base para la realización del CDROM del MMLAB. Todos los elementos que aparecen fueron modelados a mano pieza a pieza, a excepción del bonsai.